Esta
ha sido una semana bastante completa para mí. El martes terminamos
la liga de voleibol y el domingo, aunque en esa no compito, la liga
de invierno en La Gubia.
En
lo que es en voleibol, me he pasado la semana de partido en partido:
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El lunes jugamos contra las infantiles un partido amistoso para
practicar un poco y aclarar las dudas antes del partido oficial.
Ganamos 3-0, y el partido no fue muy largo, así que lo alargamos
otro set y igual, ganamos.
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El martes era el partido importante, era el último de la liga, y
aunque no nos jugábamos nada ya, queríamos ganarlo, por orgullo.
Fue un partido largo, contra Sagrat Cor 'A', que aunque no fuera
difícil, como es de costumbre ya, nosotras estábamos empanadas.
Hicimos un 3-1, ganando nosotras. Perdimos el primer set 21-25, pero
poco a poco fuimos despertando y remontamos, ganando los otros tres
25-23/25-14/25-21.
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El jueves por la mañana, en la fiesta del colegio, jugué un torneo
de dos contra dos, con más gente del colegio. Ganamos muy fácilmente
el primer partido, aunque el suelo resbalaba mucho y caí un par de
veces por esa razón. El segundo partido era más reñido, y si digo
la verdad, estaba convencida de que nos darían una paliza, pero
solamente ganaron 15-12. Al perder ese partido quedamos
automáticamente eliminados del torneo, así que nos fuimos y
seguimos en la fiesta.
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El viernes teníamos un partido amistoso contra los cadetes de
nuestro club, pero mi entrenadora lo canceló, porque seríamos
solamente cinco, y con tan pocas no podíamos jugar. El entrenador de
segunda habló conmigo por si quería empezar a entrenar con ellas, y
aunque me hacía ilusión ir, tuve que rechazarlo porque mi padre
pensaba que sería demasiado.
En
lo que es equitación, esta semana no he montado mucho, pero sí que
he estado con los caballos.
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El miércoles no pude montar, ya que la pista estaba inundada, pero
me pasé igualmente toda la tarde ahí ayudando en lo que podía.
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El jueves pasé toda la tarde en la fiesta del colegio, paseando y
montando caballos como monitora, junto a otros alumnos que también
ayudaron.
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El sábado volví por la mañana al club, hacía muy buen día, hasta
me puse en tirantes jajajja. Ayudé a dar clases a los niños
pequeños, de 10h a 11h y el la siguiente clase, de 11h a 12h.
Estuvimos un rato limpiando los potreros, y cómo terminamos pronto,
cogí a Kitty, la preparé, y monté un rato, aunque no tenía clase
hasta al cabo de tres horas. La primera vez no salté, sólo troté y
galopé para cansarla un poco y poder trabajar bien en la clase de
las cuatro y media. En la segunda ora sí que salté, aunque no tanto
cómo me hubiera gustado, porque no estaba el profesor, y me daba
miedo caer y que nadie me pudiera acompañar al médico, así que di
un par de cruzadas, y varios verticales, pero dejé los saltos más
difíciles para otro día.
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El domingo terminaba la liga de invierno de La Gubia, así que
acompañé a las chicas que competían para ayudarlas. Ese día no
paré, estaba todo el tiempo hiendo de un lado para el otro,
corriendo, y como el profesor estaba en Valencia en una competición
más importante, me puse yo en la pista de ensayo para que Vivi y
Blanca calentaran bien a los caballos (yo no hacía gran cosa, estaba
al lado de los repalos, colocando las barras, y corrigiendo algo si
lo veía). Me gustó estar ahí, pero daba mucho el Sol, y los
profesores de otros clubes me daban algo de miedo, ya que yo era la
que menos sabía de ahí. El concurso no le fue muy bien a Vivi, que
fue eliminada de la prueba del día por dos rehuses en el primer
obstáculo, y perdió la final con seis puntos, Por otro lado, a
Blanca le fue muy bien, quedó segunda en 0'60, y tercera en 0'80.
Pasada la entrega de premios, cargamos los caballos al camión, y
volvimos a Bon Sol. Montamos un rato a pelo al Baltasar, el poni más
pequeño del club, para hacer un trabajo de fotografía. Al terminar
el día vi la quemada que llevaba, al pasar tanto tiempo al Sol,
estaba roja como un tomate, ¡normal que me encontrara tan mal!
Os
dejo algunas fotos de esta semana...
